martes, 21 de agosto de 2007

> Duros de matar

Remakes, sagas y secuelas se estrenan sin parar en estos últimos años -y sobre todo en 2007-, con motivo del éxito que tuvieron las películas originales. Muchas están bien logradas, con buenos guiones y gran trabajo de producción, pero otras dejan demasiado que desear. Por suerte, Ahora son Trece -la segunda continuación de La Gran Estafa- se suma a la primera lista. Un guión excelente, con las mil y una vueltas, enredos y demás rarezas que caracterizan a estas películas dirigidas por Steven Soderbergh muestran que es posible hacer un buen cine dentro de ese ámbito que muchos (des)califican como pochoclero.
Las súper estrellas que se alinean tras Ahora son Trece no hacen más que brillar y deslumbrar: George Clooney, Brad Pitt y Matt Damon -que toma un rol un poco más protagónico, atrevido y gracioso- mantienen las características y los clishés de las otras dos entregas, y se lucen como sólo las estrellas pueden hacerlo. Ni hablar de Andy García, que en esta película se une a la banda de Ocean, aunque suene increíble. La actuación del gran Al Pacino como el soberbio y maldito Willy Bank es el pico máximo de esta saga de grandes robos y estafas, que se consagra como una de las mejores de la historia del cine.
[Nadia Leiza]

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