La comedia puede presentarse en diversas formas para causarnos gracia. A veces, el humor está en la sátira de una clase, de algún grupo de intelectuales, de cierta parte de la sociedad o de cualquier otra cosa. El humor también se puede reflejar en lo absurdo, en lo irónico, en la grosero y/o grotesco de una situación, o de millones de maneras además de éstas. Pero toda película que pretenda hacernos reír tiene que tener como mínimo uno de todos los elementos que existen en el mundo de la comedia. En un mismo día vi Shrek Tercero y Las vacaciones de Mr. Bean, y me llevaron a reflexionar sobre qué es lo que nos hace reír. La primera película me pareció un estafa: no causa gracia ni ternura, tan sólo asco. Esta asquerosidad que desprende va más allá de que el personaje sea un ogro –asqueroso, porque es su naturaleza-. El film no tiene elementos humorísticos, y sólo algunos gags del Gato con botas y de Burro se disfrutan porque son lo único que ofrece esta basura.
Al ver Las vacaciones de Mr. Bean, me sentí reconfortada de que todavía existe el cine de verdad. En esta película se ve a un excelente actor, con un guión perfecto, y toda la gracia que nos hace sentir este tonto pero inocente personaje que interpreta Rowan Atkinson. El absurdo llevado al extremo, pero siempre con la mejor voluntad –por parte del protagonista y también del director- hacen de esta una gran película, y nos recuerdan que todavía se hacen buenas comedias .
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